Los cambios en la industria avícola y su relación con la salud aviar

Los cambios en la industria avícola y su relación con la salud aviar

Una de nuestras competencias como veterinario es el control de la salud y el bienestar de los animales de granja, teniendo en cuenta el hecho de que estos factores son importantes para la calidad y la seguridad alimentaria de los productos elaborados a partir de ellos, la prevención de enfermedades y el tratamiento adecuado de la salud animal. ¿Qué problemas de salud enfrentaremos en el contexto de los cambios en la industria avícola? Eludir la producción de huevos orgánicos y de campero aumenta la exposición de los animales a los desechos y la cabina. Esto conduce principalmente a una mayor incidencia de enfermedades que se originan en el intestino (coccidiosis, colibacilosis …), problemas de comportamiento (picazón) y condiciones traumáticas (los animales se mueven y compiten por el espacio).

Todos estos procesos conducen a una mayor mortalidad en el lote de producción, que debemos tener en cuenta. También debemos observar cómo se pueden desarrollar enfermedades de origen fúngico, como la aspergilosis o la micotoxicosis, cuya incidencia no ha sido relevante hasta ahora. No hay que olvidar los orígenes parásitos como el ácaro rojo. Agregar la limitación que tenemos en el uso de antibióticos en la producción animal hará que los desafíos que enfrentamos para mantener la salud de nuestros animales sean diferentes.

Necesitamos monitorear continuamente a los animales y su entorno (muestreo ambiental, alimentos, autopsias …), aplicar muy buenas prácticas de manejo y bioseguridad para reducir el estrés de los pollos, minimizar la infección, volver a planificar y mejorar los protocolos de vacunación. Relacionado con la nutrición animal, para mantener una “buena” salud intestinal mediante el uso de probióticos y prebióticos.

La implementación de estos cambios en el modelo de producción de gallinas ponedoras significará que tendremos que prestar mucha atención a los nuevos procesos contagiosos que pueden surgir de la nueva situación, nuestra relación y colaboración con la industria y los productores. para garantizar que no se modifique la salud ni el bienestar de los animales y, en particular, que el producto final que llega al consumidor conserve su calidad higiénica.

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