Influenza Aviar y Control de Brotes: Experiencia de Chile

Influenza Aviar y Control de Brotes: Experiencia de Chile

Pedro Guerrero Cañete – Asociación de Exportadores de Carnes de Chile A.G. (EXPOCARNES).

 

I.- Importancia de la Influenza Aviar para la Industria Avícola Mundial

De acuerdo con los reportes de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), la Influenza Aviar (IA) se ha transformado en la enfermedad más importante para los productores avícolas del mundo, lo anterior debido a la alta prevalencia que ha tenido el virus de la IA durante estos últimos años como también a la alta morbilidad y letalidad que caracterizan a esta enfermedad (entre un 80 a 90% y de un 30% respectivamente), que incluso puede llegar a producir la muerte del 100% de la parvada cuando existe la presencia de un subtipo viral de alta patogenicidad. Dado su importancia, todos los brotes de IA de alta patogenicidad deben ser comunicados por la Autoridad Oficial de cada país a la OIE, de manera de que se puedan adoptar acciones para controlar y contener la diseminación del virus. Dentro de estas acciones destaca la restricción de las exportaciones, ya que representa para la las empresas avícolas el ítem de mayor impacto desde el punto de vista económico.

Durante los últimos años se han producido numerosos brotes de IA en aves comerciales, en donde destaca aquel sufrido por Estados Unidos en el año 2015, en donde el virus se diseminó a más de 15 estados y produjo la pérdida de más de 48 millones de aves como también de más de 15 mil empleos asociados principalmente a la industria productora de huevos. Para Estados Unidos, este brote implicó 4.200 millones de dólares en pérdidas directas más otros 5.500 millones debido a la restricción impuesta a las exportaciones de sus productos.

Chile tampoco ha estado exento de brotes de IA, y en el año 2002 ingresó por primera vez un brote de alta patogenicidad subtipo H7N3, el que generó un fuerte impacto productivo y económico para el país, marcado por las importantes pérdidas asociadas a la restricción de las exportaciones. Fue este evento el que movilizó al Chile a desarrollar un Plan Nacional Oficial para la Influenza Aviar, con el objetivo de reducir el riesgo de ingreso del virus y definir las acciones a implementar frente a un nuevo brote.

II.- Plan Nacional Oficial para la Influenza Aviar

Este Plan es de carácter público-privado y comenzó a operar desde el año 2003 bajo cuatro grandes premisas: vigilancia y bioseguridad permanentes, erradicación en el menor de los plazos, y manejo de información con la más absoluta transparencia tanto hacia la OIE como hacia los socios comerciales y la opinión pública. Para estos fines, el Plan Nacional Oficial para la Influenza Aviar se compone de 3 programas: “Programa de Vigilancia Epidemiológica para Influenza Aviar”, “Programa de Bioseguridad para Influenza Aviar” y “Programa de Contingencia para Influenza Aviar” (Figura 1), los que se describen a continuación.

Figura 1. Plan Nacional para la Influenza Aviar.

 

  • Programa de Vigilancia Epidemiológica para Influenza Aviar

Este Programa se ha desarrollado con dos grandes objetivos: la detección precoz del virus IA y el cumplimiento con las exigencias de exportación para la IA. A través de este Programa se establece un plan de muestreo de carácter nacional y de frecuencia anual (vigilancia activa). Las muestras son analizadas para determinar la presencia del virus de la IA en el laboratorio oficial del Servicio Agrícola y Ganadero de Chile (SAG) como también en laboratorios autorizados por esta entidad para estos fines. Bajo el marco de este Programa solo en el año 2017 se analizaron 70.748 muestras, provenientes de los diferentes sistemas productivos que existen en Chile incluyendo, por ejemplo, a planteles de aves de reproducción, de aves comerciales (pollos, pavos y gallinas de postura), avestruces, aves traspatio, tiendas de mascotas entre otros (Figura 2).

Figura 2. Distribución de muestras analizadas por el Programa de Vigilancia Epidemiológica para Influenza Aviar en el año 2017.

Para complementar este Programa, desde el año 2010 el SAG estableció la obligación legal de que los planteles avícolas informen al Servicio sobre cualquier ave que presente signos clínicos compatibles con los producidos por el virus de la IA (vigilancia pasiva). Además, el Servicio también realiza el monitoreo y vigilancia del avance de las aves migratorias provenientes de Norteamérica en los 10 humedales más importantes del país, con el objetivo de identificar de manera temprana el ingreso del virus por esta vía.

  • Programa de Bioseguridad para Influenza Aviar

Para el desarrollo de este Programa, se conformó una Comisión Técnica de Bioseguridad que incluyó a representantes del gobierno, la academia, la industria y de la avicultura familiar campesina. Como resultado esta Comisión elaboró de siete manuales de bioseguridad específicos para los distintos sistemas de producción presentes en Chile (Figura 3). De manera adicional la industria avícola, bajo la coordinación de la Asociación de Exportadores de Carnes de Chile A.G. (EXPOCARNES) y con el apoyo de la Asociación de Productores de Huevos de Chile (CHILEHUEVOS), ha implementado un programa de gestión de bioseguridad específico para los pequeños productores de aves (de subsistencia) ubicados en lugares cercanos a los principales humedales del país, todo lo anterior fundado en un fuerte plan de capacitación y auditorías.

Figura 3. Programa de Bioseguridad y Manuales de Bioseguridad oficiales específicos por sistema productivo.

  • Programa de Contingencia para la Influenza Aviar

Ante la eventualidad de presentarse un brote de una enfermedad de impacto sanitario, Chile ha desarrollado un procedimiento específico para gestionar emergencias sanitarias denominado Sistema de Gestión de Emergencias Sanitarias (SIGES), cuyo objetivo es el de establecer y documentar de manera lógica la secuencias de actividades con sus respectivos responsables (tanto del sector público como del sector privado) necesarias para la gestión oportuna y eficiente de cada una de las fases que tienen las emergencias sanitarias. Bajo el marco del SIGES se establecen los siguientes procedimientos específicos para IA: “Procedimiento de Contingencia para Influenza Aviar”, “Instructivo de Sacrificio y Disposición de Aves para influenza aviar”, “Instructivo de Limpieza, Desinfección y Sanitización para Influenza Aviar” e “Instructivo de Bioseguridad de las Personas en una Emergencia”. De forma complementaria, y con el objetivo de agilizar y facilitar el sacrificio y disposición de las aves en emergencias sanitarias, la industria avícola ha desarrollado un protocolo específico para cada una de las granjas de aves productoras de carne del país, en donde se establece la identificación completa de cada granja, la persona que actuará como coordinador general como también los responsables para los procesos de sacrificio bioseguridad, bienestar animal y comunicación efectiva.

III.- Brote de Influenza Aviar en Chile (2017)

A principios del año 2017 en Chile se presentó un brote de IA de baja patogenicidad, producido por un virus subtipo H7N6. El brote involucró tres focos en total, los dos primeros afectaron a dos granjas de pavos comerciales pertenecientes a una misma empresa mientras que el tercer foco afectó a dos sistemas de traspatio. Para la resolución del brote fue necesario sacrificar a más de 380.000 aves entre pavos, pollos, gallinas patos y gansos.

El brote de IA fue detectado a través del Programa de Vigilancia Activa lo que activo el SIGES específico para esta enfermedad, y el SAG estableció la cuarentena del plantel, la toma de muestras y la orden de diagnóstico del virus en un plazo inferior a 24 horas en el laboratorio oficial del Servicio. Ya confirmada la presencia del virus, el Servicio notificó el brote a la OIE el día 06-01-2017 y suspendió la certificación de las exportaciones de productos provenientes de la empresa afectada hacia la totalidad de los mercados. También ordenó el recall de los productos que iban camino al mercado internacional como de aquellos que se estaban siendo comercializados localmente.

Para controlar la diseminación del virus, se estableció en primer lugar la zonificación de los tres focos del brote, considerando una zona perifocal de 3 km más una zona de vigilancia de 7 km de radio desde cada foco, en donde se restringió el movimiento de aves y se fortalecieron las medidas de bioseguridad. De manera simultánea, el SAG emitió un acta que mandató el sacrificio humanitario inmediato de la totalidad de las aves presentes en los tres focos. Para el sacrificio de los pavos comerciales se empleó el método de espuma de agua, el que aun siendo de alto costo permitió dar cumplimiento a las exigencias de bienestar animal como también sacrificar a los pavos con bastante rapidez (dos horas por pabellón de 8.000 pavos). En relación a las 425 aves de traspatio afectadas, se procedió a su sacrificio mediante la aplicación de CO2, en donde a través de un seguro específico para la IA fue posible indemnizar a estos pequeños productores con un monto de dinero en función al número y tipo de ave sacrificada.

Posterior a la aplicación de las medidas antes mencionadas, y con el objetivo de evaluar la efectividad del Programa de Contingencia y demostrar que el virus había sido contenido, el SAG realizó el monitoreo serológico de todos los establecimientos avícolas presentes en la zona focal, perifocal y de vigilancia. Bajo este monitoreo se analizaron más de 20.000 muestras a través de las técnicas de ELISA, Inmunodifusión en gel de Agar y RT-PCR, todos con resultados negativos y que permitieron demostrar la ausencia del virus IA en estas tres zonas (focos resueltos al 08-03-2017). Posteriormente, y luego de obtener resultados favorables tras las centinelización y las vigilancias sucesivas, se demostró la total ausencia del virus y Chile se declaró nuevamente como país libre de IA de baja patogenicidad ante la OIE el 09-06-17.

De acuerdo con los estudios de causalidad del SAG, se estableció que la causa más probable de ingreso del virus fue el contacto con aves migratorias acuáticas, las que habrían ocupado un embalse de agua cercano a los planteles de pavos involucrados en este brote.

Finalmente, se estima que este brote implicó para la empresa afectada una pérdida superior a los 7 millones de dólares solo debido al sacrificio de las aves. Sin embargo, las pérdidas producidas por la restricción de las exportaciones de la empresa (por parte de 27 países) fueron mucho mayores a las producidas por el sacrificio de las aves.

IV.- Conclusiones

En base a la experiencia de Chile en relación a los brotes de IA es posible concluir que:

  • La vigilancia fue fundamental para establecer el alcance y detectar precozmente un brote de IA.
  • El sistema de trazabilidad implementado por la empresa permitió identificar con certeza la totalidad de productos provenientes del sector comprometido y realizar el recall a nivel nacional e internacional.
  • Los planes de contingencia facilitaron la contención y pronta erradicación del brote.
  • El procedimiento de sacrificio y disposición fuer rápido y efectivo en los 3 focos.
  • El trabajo conjunto entre el SAG y la industria demostró ser fundamental.
  • Se demuestra la elevada importancia que tienen los planes de bioseguridad para prevenir el ingreso y diseminación de enfermedades infecciosas para la salud animal, la salud pública y el comercio internacional.

Muchas gracias.

 

Descargar Documento: Influenza Aviar (Honduras) V.F

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